jueves, 20 de febrero de 2014

cómo hacer para mejorar su pensión de jubilación y La crisis de la Web 2.0

Es Noticia, Sepa cómo hacer para mejorar su pensión de jubilación - 21/01/2014 1:24:21

Sepa cómo hacer para mejorar su pensión de jubilación

26 JUL 12 Por: Claudia Chumbe ...
Autor: Fabiana SanchezFuente: Peru21
Para los menores de 40 años, los analistas sugieren arriesgarse en productos financieros con alta rentabilidad.
Trabajar por más de 30 años para que al jubilarse reciba una pensión de S/.1,200 no resulta muy atractivo. Sin embargo, ese ingreso mensual puede ser mayor si desde ahora comienza a invertir.
El director de Administración y Finanzas de la UPC, Paúl Lira, manifiesta que una de las alternativas para destinar los excedentes de dinero para este fin es el aporte voluntario sin fin previsional de las AFP.
"Este producto le permitirá invertir su dinero en los mismos multifondos que ofrece el sistema privado y obtener ganancias similares", asegura.
Por ser un aporte voluntario, el trabajador puede realizar un máximo de tres retiros en un periodo de un año, indica el catedrático.
Otra alternativa son los fondos mutuos, los cuales pueden dar mayor rentabilidad que los tradicionales depósitos a plazo de bancos y cajas municipales. "El problema de las cuentas de ahorro es que ahora no están dando tanta ganancia", explica.
LOCALES Y AUTOS
Una opción que también sugiere el experto es la inversión en inmuebles. "Si quiere conseguir más dinero para su retiro, tiene que empezar desde ahora, y el sector vivienda es un negocio a largo plazo", dice.
Por ello, Lira aconseja apostar por la compra de departamentos o locales para, luego, alquilarlos.
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Interesante, La crisis de la Web 2.0 - 01/07/2013 5:42:58

La crisis de la Web 2.0 ()
"Los ciclos económicos o fluctuaciones cíclicas de la actividad económica, pueden definirse como las oscilaciones de la expansión a la contracción de la economía, que ocurren entre crisis sucesivas". Esta es la definición de ciclo económico que aparece publicado en la Wikipedia. Así mismo los ciclos económicos se caracterizan por constar de 4 fases: Ascenso, Descenso, Recesión y Reactivación.
De nuevo las bases de la economía vuelven a estar de radiosa actualidad, y una vez más Internet no es ajeno a este fenómeno. Tal como ocurrió en la primera etapa comercial de Internet, antes del pinchazo de la burbuja.com, y por tanto con anterioridad al fuerte ajuste producido en este sector se vuelven a dar algunos características similares, aunque esta similitud por supuesto ni siquiera se acerca a lo vivido en aquel momento, Internet es ya un sector mucho más maduro, y aquellos errores han evitado que se volviese a crear algo similar.
Sin embargo algunos factores como la sobrevaluación de ciertas acciones de empresas tecnológicas si se ha dado en algún sector de Internet, como es el caso de las redes sociales, sin salir de nuestro país recientemente Qualitas Equity Partners, la firma de capital riesgo participada por la familia Polanco, cierra la compra del 20% de Tuenti, la red social para jóvenes que más éxito tiene en la actualidad. Esta operación supone una valoración cada usuario registrado en Tuenti en 28 ?. Si nos centramos en países como EE.UU. el boom de las redes sociales ha sido extraordinario y hace meses que este sector está atravesando dificultades. ¿Cuántas redes sociales horizontales sobrevivirán? después de alcanzar algunas valoraciones estratósféricas como ocurrió con la red social líder Facebook, así el valor de Facebook alcanzó los 10.000 millones de dólares, lo que significa valorar esa compañía en la mitad que Yahoo, y 66 veces los ingresos de 2007.
Serán las redes sociales lo que fueron los marketplaces respecto de la primera burbuja de Internet, y es que una vez más las tremendas expectativas que se han generado alrededor de las redes sociales, han provocado el crecimiento de los precios de estos proyectos, entonces se producen ventas de empresas o parte estas empresas con un valor irracional, esto coincide con la aparición de nuevos millonarios que se convierten en modelo a seguir en un mercado distorsionado, olvidándose de las máximas económicas y de perseguir un equilibrio financiero en la creación de cualquier compañía, lo que provoca el nacimiento de un gran número de proyectos, esta fase del ciclo se mantiene hasta que se provoca una crisis en el sistema que tarde o temprano acaba reventando por los excesos, en este caso provocado por la crisis de las hipotecas subprime y la burbuja inmobiliaria en España, en ese momento se empieza a cerrar el flujo de crédito barato, los bancos cierran el grifo, los inversores privados se retiran, el capital riesgo deja de invertir, y si a esto le añadimos que en contextos de crisis las empresas lo primero que hacen es recortar los presupuestos publicitarios, -- aunque el peso de Internet cada vez es mayor en el reparto del paste publicitario, esto ocurre dentro de un contexto de cada vez menor inversión publicitaria en general --, lo que acabará afectando a otra importante fuente de financiación de los portales de Internet, en muchos casos la única.
En este momento muchos proyectos e inversiones en Webs de Internet, por otra parte centradas en adquirir a toda costa millones de usuarios, dejan de ser rentables. En el caso de las redes sociales esto se ve agravado por el mal funcionamiento como soporte publicitario de las redes sociales horizontales o agregadores de noticias como Digg, meneame o Fresqui o aplicaciones como Twittter donde la intencionalidad del usuario no es buscar publicidad o comprar algo, a esto se añade la difícil segmentación en contenidos para anunciantes tan necesaria para los anunciantes.
Como dice Máximo Kinast, destacado columnista de WinRed en su artículo ¿Por qué Facebook no funciona?: "porque parte de la misma estúpida idea con que nació Terra. Mientras más variada sea la oferta, más gente nos visitará y los anunciantes ganarán más dinero porque venderán más." Máximo defiende que es una cuestión de marketing, lo que funciona en la red es one selling proposition algo que si se da en portales verticales o redes especializadas.
Por otra parte empiezan a escucharse voces que auguran que muchos blogs y redes de blogs desaparecerán próximamente, un sector superado por el exceso de publicidad y la huída de las estrellas, castigado por Google y falto de originalidad.
Teniendo en cuenta lo comentado, parece que poco a poco entramos en la fase de descenso de esta etapa de Internet, calificada como Web 2.0, estos días leíamos como Mobuzz TV, la televisión online pionera en España, está a punto de cerrar, sin tener claro un modelo de negocio que le asegure unos ingresos operativos, y tal como asegura su fundador Anil de Mello "Mantener la programación de Mobuzz cuesta 50.000 euros al mes y ahora mismo no podemos aguantar hasta la próxima ronda de financiación", solo las donaciones de los usuarios de Mobuzz puede evitar que sea tal vez la primera víctima.
En este contexto es necesario reflexionar sobre nuestro modelo de negocio, tal vez sea necesario cambiar de estrategia, como en su día hizo Amazon, una de las iniciativas que ha sobrevivido y se ha consolidado tras la primera burbuja de Internet, o simplemente centrarse en sobrevivir, priorizar y optimizar costes e inversiones.
Actualizaciones. 10/11/08
Alec Oxenford de OLX responde en Entrevista a Alec Oxenford: emprendedores frente a la crisis a cuestiones sobre el futuro inmediato de los negocios, el mercado publicitario y la actividad en Internet : ¿Cómo afectará la crisis a los negocios en internet?. ¿Y qué pasará con las empresas cuyo modelo de negocios no esté demasiado claro?, Según Alec "En el futuro inmediato, va a haber un parate de inversiones en todos los sectores, incluido Internet, porque la crisis financiera ha sido tan fuerte e inesperada que estoy notando que todo el mundo está congelando sus decisiones."
Novedades en MobuzzTV, Enrique Dans comenta: "Lo que no esperábamos ni locos, y nos sorprendió enormemente, fue la velocidad de reacción de potenciales inversores y empresas interesadas en la actividad de Mobuzz, que creían en el proyecto, podían ofrecer dinero, sinergias, acuerdos u otro tipo de cuestiones, que a la postre han terminado aportando los factores que ahora pueden salvar a Mobuzz". Al final las donaciones de los usuarios non ha sido suficientes, pero el efecto viral de su petición de ayuda puede dar una nueva oportunidad a MobuzzTV, la experiencia obtenida hasta la fecha y nuevos socios e inversores pueden ajustar y reforzar su estrategia de negocio.
Actualizaciones. 15/11/08
Martin Varsavsky en su post Cuando los vicis dejan de invertir… comenta: "en el mundo de la nueva empresa el rol de los vicis (capitalistas de riesgo o VCs) es fundamental. Los vicis son los inversores puente entre el comienzo de una empresa y la rentabilidad. Tambien su modelo es muy importante porque con un exito financian 10 fracasos y así nos dan opciones para votar con nuestros ratones y elegir lo que más nos gusta.

Ahora que Nokia, Cisco, Google, Yahoo, empresas que les daban las salidas y el dinero a los vicis están viendo sus acciones 50% por debajo que hace unos meses la cadena de inversiones se paró y veremos muchos sitios desaparecer. Los pobres vicis no solo se están quedando sin salidas (exits) sino que tambien sus socios limitados (limited partners) están repudiando (defaulting) sus compromisos de invertir y los están dejando sin dinero."

Actualizaciones. 3/11/09

Rodolfo Carpintier en su post Lanetro y Soitu. ¿Un adios prematuro? comenta: En primer lugar, un proyecto de Internet tiene que tener al frente a un emprendedor obsesivo-maniáco o a un gran gestor -convertido temporalmente en ello- se puede salir adelante con proyectos descafeinados porque hay mucho espacio pero, para proyectos realmente grandes, se necesita lo que he explicado. una determinación que no admite dudas.
En el caso de Lanetro, ahora en manos del Grupo Planeta, su defunción estaba anunciada en un entorno que limitaba la inversión publicitaria tradicional. Sin alma propia y dentro de un gran grupo editorial, Lanetro era un centro de beneficios (o pérdidas) que se enjuiciaba como cualquier otro. Un gestor sin más no puede hacer otra cosa que cerrar lo que -sin entender mucho de este nuevo sector- considera un agujero negro.
En el caso de Soitu, que si tenía el alma todavía dentro (Gumersindo Lafuente) no ha podido convencer a su socio mayoritario de aportar más recursos a un proyecto que -desde el punto de vista del inversor- no veía recorrido a corto plazo y no quería apostar por el largo por aquello de que, hoy por hoy, lo que prima es mañana y pasado. De cualquier forma, era un proyecto con recorrido que merecía haber soportado alguna vuelta de tuerca más. Aquí, el problema es el famoso "burn rate" de los americanos. A los proyectos que queman mucho dinero al mes se les pide más resultados a corto que aquellos que, mientras encuentran su modelo de negocio, consumen un mínimo de recursos.



[Manuel Trincado]
Enviado por: Manuel Trincado
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Información: Cuidado con el liderazgo, cuidemos el compromiso - 30/06/2013 17:35:14

Cuidado con el liderazgo, cuidemos el compromiso
José Enebral Fernández
Tweet Sin duda, todos somos más efectivos y felices, si nos sentimos comprometidos con metas profesionales estimulantes en nuestras empresas; pero todo esto es muy complejo...
La verdad es que algunas cosas que leemos sobre el liderazgo quizá el más sonoro buzzword del momento en la literatura del management en la empresa, nos recuerdan más la Teoría X de McGregor, que su más idónea Teoría Y, quizá origen ésta de los cambios culturales de los años 90. Lo cierto es que el compromiso resulta fundamental en las organizaciones de la economía de nuestros días…, al menos mientras dure (el compromiso). Hemos conocido, por cierto, primeros ejecutivos que, sin llevar dos años en su empresa, se han ido a la más directa competidora, con el mismo cargo (quizá más sueldo), después de predicar el compromiso entre sus seguidores.
Recientemente, me decía un trabajador de pyme que le gustaría involucrarse más, comprometerse más, que desearía contribuir en mayor medida a la prosperidad de su empresa (en la que llevaba poco tiempo), pero que su jefe, uno de los dueños, no le dejaba; que le ocultaba información, quizá para neutralizar sus sugerencias y críticas; que le restringía información, quizá para no desvelar lo mal que se estaban haciendo las cosas; que parecía temer sus opiniones e iniciativas, justamente por atinadas. Este comentario me llegó al mismo tiempo que la lectura de algunos artículos sobre el compromiso de directivos y trabajadores, y me animó a reflexionar.
Cuando en la empresa hablamos de la contribución de cada persona a los resultados colectivos, surgen términos como la responsabilidad, la motivación, la inteligencia, la competencia, el talento, la diligencia y, entre otros más, el compromiso. Estamos ante conceptos complejos e interrelacionados que hemos de interpretar con rigor; en estos párrafos nos detendremos, sí, en el último citado: el compromiso. Mediante el compromiso, que apunta a nuestra voluntad, generamos una obligación intrínseca que es preciso identificar bien, y someter a un análisis de reciprocidad.
He observado que algunos de nuestros expertos nacionales, los pertenecientes al club de los autodenominados top ten ?quizá una especie de oficioso establishment nacional del management? vienen hablando y escribiendo con frecuencia sobre el compromiso, y no debe ser gratuito; se trata ciertamente de un tema del que hay mucho que decir. Yo mismo, con cierto atrevimiento, me ocupé del tema en 2002. Entonces recordaba que, como profesionales, hemos de comprometernos "con las metas individuales y colectivas compartidas", lo que naturalmente abarca resultados cuantitativos y cualitativos (satisfacción de los clientes). Me parecía importante subrayarlo entonces, aunque quizá en la práctica siempre hemos vinculado el compromiso "con la empresa" y aun "con el jefe".
Dentro del campo de los sentimientos, actitudes y conductas, enfocaba yo, en efecto, hace seis años, algunas fortalezas en que me parecía que se desplegaba el compromiso en la actuación cotidiana. Destacaba yo entonces:
El espíritu de comunidad.
La responsabilidad.
La proactividad.
El afán de superación.
El espíritu de comunidad suponía someterse a las reglas de convivencia, compartir los objetivos comunes y subordinar los intereses propios a los colectivos; suponía también una actitud de colaboración con los demás, compartiendo tareas y conocimientos. Con la responsabilidad, me refería a comportamientos caracterizados por la lealtad, la autodisciplina, la integridad y la coherencia. Con la proactividad, apuntaba a la iniciativa, la diligencia, el optimismo, la perseverancia y la anticipación. Finalmente, identificaba yo el afán de superación, para recordar que el compromiso nos mueve al desarrollo personal y profesional, al servicio de las metas compartidas y del propio desarrollo de la organización.
Una revisión del compromiso
Leí, por ejemplo, con atención un artículo reciente del prestigioso experto José Aguilar López. Me interesó porque destacaba el carácter estable del compromiso y porque decía cosas como: "Demandan y generan compromiso los proyectos que, a su vez, se comprometen: con su mercado, con sus clientes y, por supuesto, con sus empleados". Creo, sí, que en su trayectoria, el individuo celebrará un proyecto atractivo, profesionalmente estimulante, pero también vinculará su compromiso con la reciprocidad percibida, con una cierta continuidad en el tiempo.
No parece que deba hablarse del compromiso sin dejar claro con qué nos comprometemos. Podemos considerar que lo hacemos con los intereses colectivos, con las metas empresariales, con la prosperidad de la organización: a ello nos movería la profesionalidad, ya fuéramos directivos o fuéramos trabajadores expertos. Pero también cabe pensar que una empresa contrate personas para misiones especiales, para que obedezcan a un jefe, para que desarrollen una determinada tarea, por un tiempo limitado..., sin exigir un compromiso organizacional. Quizá no podríamos esperar mucho más que competencia y sumisión, si percibiéramos a los trabajadores como meros empelados, subordinados, recursos, seguidores, colaboradores… Otra cosa sería verles y tratarles, en su caso, como profesionales, como capital humano, lo que parece una demanda de la economía del conocimiento y la innovación.
Ciertamente, hay empresas (y jefes) que buscan en sus empleados la obediencia, y otras, la inteligencia. Las primeras se nuclean sobre el poder y las otras quizá más sobre el saber. Si uno ha de esperar instrucciones, no se puede comprometer más que a obedecer de la mejor manera; si uno se compromete a generar resultados, entonces sí queda espacio para aplicar la inteligencia en todos sus recursos.
Se diría que en el pasado el compromiso, tal como lo entendemos, venía marcando la frontera entre el "nosotros" y el "ellos" en las organizaciones, es decir, entre directivos y trabajadores; pero quizá hoy debamos pensar en un compromiso extensible a todas las personas, en una empresa de individuos comprometidos, en un colectivo alineado (y no alienado) y sinérgico tras objetivos de prosperidad. La división de las personas, lejos de lo de líderes y seguidores, podría formularse de otro modo: profesionales de la gestión y profesionales en sus respectivos campos técnicos y funcionales.
Naturalmente, el grado de compromiso puede ser diferente en cada persona, y así caben expresiones como las siguientes, de menor a mayor:
1. "Me pagan, vengo todos los días y hago mi trabajo".
2. "Me gustan mis compañeros y mi trabajo, y lo hago lo mejor que puedo".
3. "Me surgen oportunidades de aprender y desarrollarme.
4. "Me parece un proyecto estimulante y celebro formar parte de él".
5. "Asumo convencido responsabilidades colectivas tras los resultados.
De los trabajadores de hace cincuenta años no se esperaba siempre que se identificaran con la empresa, pero ya en las décadas finales del siglo XX iba pareciendo deseable que esa idea estuviera presente tanto en directivos como en trabajadores: formar parte del proyecto de empresa. De modo que, aun limitándonos cada uno al nivel de responsabilidad del puesto ocupado en la organización, además de entregar tiempo, atención, intención y hasta algo de intuición-corazón, algunas (quizá no todas) empresas esperan hoy que alineemos nuestras metas con las suyas, y que alcancemos nuestra realización profesional contribuyendo a la colectividad. A este compromiso organizacional ?niveles 4 (trabajadores) y 5 (directivos) señalados?, ya estudiado entre otros expertos por Meyer, Allen, Baker, Mathieu o Zajac, nos referimos como óptimo.
Pero nadie se sentiría muy comprometido si hubiera de limitarse a obedecer, o si, por ejemplo, observara conductas corruptas en los ejecutivos: pensaría que, más que compromiso, se le pide complicidad. Hemos conocido ciertamente el enriquecimiento desmedido de algunos primeros ejecutivos mientras sus empresas se empobrecían muy visiblemente. El propio Peter Drucker destacaba en uno de sus últimos libros la descarada codicia de los ejecutivos de nuestro tiempo.
Más sobre el compromiso
Podemos ver el compromiso como una fortaleza del carácter que, como otras el afán de aprender, la amplitud de miras, la creatividad, la integridad, la prudencia, la diligencia y algunas más, apunta a la voluntad para decidir nuestra actuación o postura ante un escenario que la demanda. Decidimos comprometernos, o no hacerlo; y cuando nos comprometemos, nuestros esfuerzos se orientan, nuestros intereses se subordinan y nuestra conducta se modula. Hay personas más dispuestas a comprometerse que otras, y al hacerlo no limitan su libertad sino que la manifiestan.
Al consultar "La práctica de la inteligencia emocional", de Daniel Goleman, leemos: "La esencia del compromiso consiste en sintonizar nuestros objetivos con las metas de la organización, generando así un compromiso fuertemente emocional...". Y también: "Quienes estiman y abrazan las metas de una organización no sólo pueden efectuar un gran esfuerzo en nombre de ella, sino que también están dispuestos a realizar sacrificios personales cuando sea necesario". Y todavía más: "Las empresas u organizaciones que carecen de una misión explícita y claramente formulada, o cuyas declaraciones al respecto son meras artimañas de relaciones públicas, brindan muy pocas oportunidades al compromiso".
Insistiendo en que el compromiso auténtico de que venimos hablando nace del vínculo emocional, Goleman nos recuerda que unas mismas circunstancias adversas pueden ser vividas con cierta desesperación, como onerosas y estresantes, por los no comprometidos, mientras que las personas comprometidas, que se crecen ante presiones y desafíos, las pueden vivir sin merma de satisfacción (sean directivos o sean trabajadores).
Es evidente que todos los días hay obligaciones que atendemos sin frío ni calor, pero he recurrido a Goleman porque se viene ciertamente apelando a la dimensión emocional del compromiso: al alineamiento de las personas con las metas y valores de la organización. La repetida idea de la "visión compartida" (shared vision) una de las disciplinas de que nos hablaba Peter Senge no es sino una expresión más de este vínculo emocional. No se trata de acatar los objetivos de futuro, sino de asumirlos y compartirlos: tal es el compromiso que parecen demandarnos las denominadas organizaciones inteligentes.
Uno puede contraer esta obligación máxima desde los límites de su responsabilidad, o bien puede simplemente "cumplir" con su trabajo. Esta última es, desde luego, la opción natural de quienes se sienten preteridos o desconectados de las decisiones que les afectan, de quienes contemplan preocupados comportamientos corruptos de sus superiores, de quienes se saben víctimas de un próximo recorte de plantilla, de quienes perciben el cinismo subyacente en la comunicación interna...; pero lo ideal es que no haya nada de esto, y que, más allá de "cumplir", contribuyamos decididamente a unas metas colectivas profesionalmente atractivas.
Podrá pensarse, si el lector se detiene en reflexiones paralelas, que la demanda generalizada de compromiso emocional no es coherente con las distancias excesivas entre el "nosotros" y el "ellos", por no hablar de lo de los supuestos líderes y los supuestos seguidores; que tampoco es coherente con los despidos masivos o con los contratos temporales; que tampoco es coherente con el espectáculo de los CEO mercenarios que se enriquecen para sí y para toda su descendencia mientras sus empresas se van a pique; que es asimismo incoherente con la fuga de altos directivos para ser mejor pagados por la competencia; que a menudo las metas formuladas lo son para la galería mientras los auténticos propósitos de la empresa son otros... Eso me parece a mí. Sin duda es saludable y enriquecedor lo de vivir comprometido intrínsecamente con alguna meta, tanto en lo profesional como en lo personal, pero hemos de ser cautos y perspicaces al otorgar nuestra confianza y adhesión, y adoptar las metas que se nos proponen.
Nuestra voluntad
A comprometernos de la forma a que nos referimos nadie nos puede obligar, como tampoco dejamos que nos obliguen a casarnos o tener hijos. Clarence Francis, que fue asesor del presidente Eisenhower, decía: "Uno puede comprar el tiempo de las personas, su presencia física en un lugar e incluso un número determinado de movimientos musculares por hora. Pero no se compra su entusiasmo, ni se compra su lealtad, ni se compra la devoción de sus corazones: eso hay que ganárselo". De modo que uno se compromete libremente, sobre todo porque le atraen las metas de la organización. Y, ¿por qué le atraen estas metas?
Los psicólogos hablan del "afán propio", o del "tema vital", para referirse a aquello a lo que una persona enfoca su voluntad por encima de todo, y a los medios que para ello emplea. En la literatura del management se habla de designio particular, de purpose. Nos lo dice Robert K. Cooper: "El designio es la brújula interior de nuestra vida y nuestro trabajo". Si nuestro propósito en la vida sintoniza, o convive en armonía, con los objetivos y estrategias de nuestra empresa, estamos más cerca de la eficacia y la satisfacción perseguidas. Para los directivos el purpose es fundamental, y si no lo tienen muy definido habrían de adoptar uno que entronque en la visión o misión de la empresa a que contribuyen. Ya saben lo del médico: según se mire, su misión es recetar, o, más eficaz y enriquecedoramente, contribuir a la calidad de vida de sus pacientes y de su entorno.
Las personas que poseen un afán de esta naturaleza pueden dar significado a todo lo que les sucede: será positivo si les acerca a su meta, o negativo si les aleja. Quienes carecen de un afán definido, tienen más problemas para interpretar los sucesos y, en general, se pierden emociones positivas. Como nos señala el profesor Csikszentmihalyi, cuando la energía psíquica de una persona se pone al servicio de su tema vital, la conciencia logra armonía, y el individuo, plenitud. Podemos aceptar que comprometernos resulta emocionalmente inteligente: "llena" nuestra vida profesional; quizá por eso activamos nuestra voluntad de comprometernos.
Claro, algún lector pensará, por una parte, que hay metas y "metas", y por otra que toda esta teoría se adultera en la vida real, y que a veces lo que decide la voluntad es aparentar el compromiso y esperar varias cosas: una buena subida de sueldo, una rápida ascensión y la consecución de poder (quizá para utilizarlo en beneficio propio)... Sin descartar que, una vez en la cima, el ejecutivo se vaya a ganar más dinero, precisamente a la empresa competidora. También puede ocurrir que el compromiso sea auténtico al principio, y se adultere o corrompa después... Pero sigamos; sigamos en la hipótesis más virtuosa: la integridad de las personas, sean directivos o trabajadores.
A qué nos comprometemos
Déjenme recordar enseguida verán por qué declaraciones de un conocido bodeguero de Rioja que hace 30 años se propuso aumentar su producción y difundir su mejor vino por el mundo: "Para lograrlo fue preciso poner en marcha un plan bien meditado a 10 años vista. Era obvio decía don Julio Faustino Martínez en la revista Vino y Gastronomía que el objetivo básico y primordial era conseguir un terreno de excepcional calidad, para plantar las mejores variedades de vino de La Rioja... Tuvimos que despedregar todo el terreno... Finalmente hubo que drenar, estercolar y desinfectar el suelo en varias parcelas y hacer una buena labor de desfonde...".
Don Julio parecía mostrarse orgulloso no sólo de haber alcanzado exitosamente su objetivo, sino del trabajo realizado para ello; no hablaba de resultados económicos sino de logros profesionales, y esto parece lo más frecuente en el sector vitivinícola, no solamente en España. Pero también en la prensa económica, se pueden encontrar declaraciones en esta dirección vocacional de ofrecer satisfacción a las expectativas de consumidores. En El País-Negocios, por poner uno entre muchos ejemplos posibles, aparecía un texto en 2006 sobre las Bodegas López Hermanos (las del Málaga Virgen). Podíamos leer: "Más de 120 años de una historia difícil y apasionante", "La bodega apuesta por primera vez en su historia por un vino tinto (Pernales), elaborado a partir de la variedad Syrah", "...cuatro variedades exclusivamente: Pedro Ximénez, Chardonnay, Moscatel y Syrah", "...el celebérrimo Málaga Virgen o la Quina San Clemente, indicada en aquellos tiempos para abrir el apetito de los niños".
Sin embargo, también encontré reportajes y declaraciones (año 2004) de ejecutivos de unas conocidas bodegas (Bodegas Vinartis, con vinos de mesa como Cumbres de Gredos y otros de alta calidad como Pata Negra, por entonces presididas por don Miguel Canalejo, conocido financiero), que me resultaron inusuales: "El vino español tiene un problema de competitividad en el exterior: las Denominaciones de Origen" (Expansión, en junio); "El objetivo es incrementar las ventas en 2004 y obtener un ebitda de 15 millones, un 17,1% más" (Expansión, en junio); "El ebitda estimado para 2004 asciende a 14,5 millones, lo que supone una subida del 20,8%" (Cinco Días, en diciembre); "Cumbres de Gredos prepara su desembarco en la denominación Rioja" (Estrategia empresarial, en diciembre); "El año que viene nos reforzaremos con la compra de bodegas en Rioja y Ribera del Duero" (Expansión, en junio); "Cumbres de Gredos prepara su desembarco en el mercado de EEUU" (Cinco Días, en diciembre). Se trataba del sector del vino, pero las intenciones parecían distintas.
Hay ciertamente empresarios, directivos y profesionales que intentan alcanzar la mayor calidad y competitividad de sus productos o servicios (ganando dinero como consecuencia), y otros que se orientan sobre todo a los parámetros financieros, es decir, a generar beneficios con la actividad profesional, vivida ésta como medio; ello con todas las posibilidades intermedias y sin menoscabo de la legitimidad. (Sería quizá una digresión que nos detuviéramos ahora en recordar que don Miguel tuvo que vender Vinartis en 2007, a un precio sensiblemente inferior al pagado por estas bodegas en 2003).
Lo anterior me sirve para sugerir que quizá un buen profesional prefiera desplegar su compromiso en una empresa más autotélica (las del primer tipo), más que en una empresa exotélica, orientada sobre todo a las cifras; pero no debemos descartar que haya también buenos profesionales técnicos en empresas de perfil exotélico, como los hubo en ITT en los tiempos de Geneen (permitan que recurra aquí a mi experiencia personal en ITT, donde yo era un modesto empleado en los años 70, pero pude convivir con magníficos profesionales españoles, en el Centro de Investigación de Madrid: recuerdo a Rafael Burriel, por ejemplo).
Compartimos hemos dicho las metas "profesionales" de la organización, y ello nos mueve a trabajar para el corto y el largo plazo. Cuando conducimos nuestro automóvil en la carretera, atendemos a nuestro entorno próximo pero no perdemos de vista el horizonte, ni olvidamos el destino. Acertada o no la analogía, debemos atender al corto y largo plazo, asegurando que lo que hacemos cada día nos aproxima a y no aleja de la denominada "visión". De modo que, aunque los directivos abordan cada día lo que les dicta su agenda y también alguna cosa imprevista, su punto de mira está en las metas de fin de ejercicio y, quizá especialmente, en las del futuro deseado (ganar clientes, liderar el mercado, consolidar las innovaciones introducidas, etc.).
Tan saludable parece esta manera de trabajar, que la formulación y asunción de objetivos se extendió también a los trabajadores, en no pocas grandes empresas, en los años 80 y 90. Temo que la cosa no funcionara bien es conocida la frecuente adulteración del sistema de dirección por objetivos, pero el hecho es que se viene alentando el compromiso con los resultados a obtener, más allá del desempeño cotidiano de tareas. Ahora bien, ¿de qué, o quién, depende el resultado perseguido? Efectivamente, tal como estará pensando el lector, a veces se nos piden resultados que no dependen de nosotros, y ni siquiera de que trabajemos en equipo... A veces, la Alta Dirección parece más ocupada en fusiones y adquisiciones que en la marcha de la compañía, y aparece un cierto vacío en la coordinación.
La Dirección desempeña ciertamente un papel fundamental en la consolidación del compromiso de las personas; puede alentarlo, pero también puede bloquearlo o sofocarlo, con mayor o menor conciencia de ello. Al hilo de esto, el propio Tom Peters señala que la gente tiene buen olfato para detectar el compromiso o su ausencia en los líderes; si éstos persiguen metas distintas de las declaradas, se acaba sabiendo. También recuerdo a Peter Senge diciendo que la Dirección tendría que empezar por dejar de desmotivar a la gente.
Materialización del compromiso
Insistiría en la necesaria reciprocidad del compromiso, de modo que si la empresa nos considerara un mero coste inevitable, cuidaremos de ajustarnos; pero sigamos imaginando el mejor escenario: la organización inteligente. Así las cosas, la mejor relación de compromiso catalizaría conductas como las siguientes:
Desarrollar con diligencia y esmero nuestras tareas.
Asegurar su contribución a resultados colectivos.
Neutralizar cualquier circunstancia o evento que ponga en riesgo las metas.
Guiar, en su caso, la actuación de nuestros colaboradores.
Asegurar el alineamiento de éstos con las metas comunes.
Seguir las reglas y métodos establecidos para la convivencia profesional.
Subordinar intereses propios a los colectivos.
Cultivar los valores corporativos.
Colaborar con los demás.
Ejercer crítica constructiva, inteligentemente formulada.
Hacer fluir la información y conocimientos de que disponemos.
Ser leales, íntegros y coherentes.
Ser preactivos o proactivos, lejos de la reactividad o la inactividad.
Conjugar la percepción de la realidad con el optimismo.
Perseverar ante las dificultades.
Superarnos a nosotros mismos cada día.
Perseguir la mejora continua y la innovación.
Representar dignamente a nuestra organización ante terceros.
Equilibrar la relación personal con la ejecución de tareas.
Contribuir a la calidad de vida en el trabajo.
El lector puede completar esta lista porque la he improvisado con las 20 primeras ideas surgidas: la dejo abierta. Son, por decirlo así, algunos indicadores del compromiso. Si quisiéramos medir el compromiso de las personas, habría que observar conductas como las anteriores y comprobar su autenticidad.
Pérdida del compromiso
Con lo ya comentado sobre el compromiso organizacional, podemos convenir en que se hace sólido por la catálisis de elementos como la confianza, el alineamiento con las metas, el progreso hacia ellas, las relaciones internas, la cohesión y coherencia de la comunidad, la satisfacción general, la ética y justicia reinante, el reconocimiento interno, el prestigio social de la organización, etc. Y podemos igualmente convenir en que se perdería al debilitarse sus fundamentos; de esto hablaremos ahora. En verdad, puede haber dudas hasta que decidimos comprometernos en plenitud, pero, en su caso, el descompromiso podría ser bastante automático, llegado el caso.
Nuestro compromiso se puede desvanecer por razones endógenas y exógenas; entre estas últimas, podemos destacar algunas quizá más frecuentes:
La corrupción de los ejecutivos.
La desviación de las metas originales.
La pérdida de vigencia de las mismas.
La falta de transparencia de la organización.
El fracaso en los resultados.
El sentimiento de ser preterido, excluido o subestimado.
El desacuerdo con las tácticas o los métodos.
Las razones endógenas para romper los compromisos son igualmente importantes, pero pueden variar más de unas personas a otras. Me he detenido en esto de la fragilidad del compromiso porque creo que las organizaciones tienen más problemas para mantenerlo en sus personas, que para conseguirlo inicialmente. De todos modos, hay que insistir en que no todos los compromisos lo son realmente: o sea, en que también cabría hablar de falsos compromisos o compromisos extrínsecos.
Claro no sé si esta reflexión encaja aquí, o debería haberla hecho antes, yo querría detenerme en que quizá resulte difícil esperar o mantener el compromiso de aquellos a quienes visiblemente veamos como meros recursos, empleados, colaboradores, seguidores o subordinados, y de quienes sólo busquemos obediencia sin reparos. Lo digo porque de algunos de nuestros top ten (el aparente establishment de que les hablaba) salen pensamientos como éstos: "un buen directivo-líder es aquel que sabe obtener los mejor de sus colaboradores"; "un buen directivo-líder es aquel que consigue que los subordinados obedezcan convencidos y contentos", "un buen directivo-líder no pretenderá que un empleado lo obedezca por temor o por una recompensa como lo haría un gestor, sino motivado por el valor real de la acción", "liderazgo y coaching vienen a ser lo mismo"…
Si éste es el modelo mental que guía la concepción de programas formativos, quizá hayamos dado con la explicación de los resultados alcanzados; quizá nos expliquemos mejor la falta de calidad directiva de que habla Juan Carlos Cubeiro. No lo sé: piénselo ustedes. Yo creo que las relaciones no deberían establecerse sobre la base de mandar y obedecer, o sobre la base del directivo ejemplar y el trabajador que lo imite, sino en conformidad con el creciente peso del saber en la economía del siglo XXI, que parece ser la economía del conocimiento y la innovación, la economía de la profesionalidad de todos.
Reflexión final
Ya sabemos que unas empresas parecen más preocupadas por el deseable bienestar social que otras, y que, de estas últimas, algunas persiguen el beneficio económico aunque sea precisamente a costa de aquel bienestar. Aquí les insistiría yo en la analogía del automóvil: creo que una empresa puede liderar el mercado de la Telecomunicación, el mercado del e-learning, u otro mercado, si lleva la mirada más lejos, a horizontes más amplios; pero si se queda en perseguir el liderato, quizá resulte más complicado alcanzarlo. Ante obsesiones de crecimiento desmedido, una empresa podría, por ejemplo, empezar a considerar válido el sobornar a quienes toman decisiones de compra, porque eso la aproximaría a la meta...
Habrá quien piense que en los negocios el fin justifica los medios, pero lo cierto es que, como leí hace tiempo en una columna de Juan F. San Andrés, directivo de Oracle, "la ética es la gran creación de la humanidad, para hacer posible la convivencia". A menudo se declaran incompatibles la ética y los negocios, y de hecho los medios de comunicación nos trasladan casi todos los días casos de alta corrupción en las grandes empresas. Cuando la corrupción reina, la organización lo detecta y, o bien "la obediencia debida" socava nuestra integridad y autoestima, o bien nuestra repulsa se vuelve contra nosotros; desde luego no queda ya sitio para el compromiso intrínseco.
Uno cree que la prosperidad de las organizaciones pasa por la efectividad tras metas de interés social, por la calidad de vida en el trabajo y, en suma, por la opción del círculo virtuoso, lejos del vicioso caracterizado por la entropía psíquica, la tensión nerviosa, el imperio del corto plazo, el camuflaje de los malos resultados, la degeneración de los buenos usos y costumbres... Hay sitio para otras creencias, pero uno cree que el bien común es más nutritivo que el particular.
Para terminar, si tienen la fortuna de pertenecer a una organización que apunta a la prosperidad y el bien común, no duden en comprometerse; y si se les presenta la oportunidad de enderezar una empresa en crisis o malograda, también parece una meta estimulante. Me pareció, en suma, que éste era un tema para la reflexión y aun para el debate, pero no he pretendido agotar la primera sino alentar el segundo. Espero haber logrado alguna dosis de asentimiento por parte del lector, pero anímense a disentir o a abrir nuevas vías de reflexión. Gracias por su atención.
[José Enebral Fernández]
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Que opina? Operar con CFDs , Cómo funciona estas operativas - 29/03/2013 12:00:45

"Desde hace unos seis años, los inversores españoles tienen acceso a un nuevo producto de inversión distinto y flexible: el CFD, que es la abreviatura de Contrato por Diferencia. Desde el año 2007, cuando los CFDs se pusieron a disposición del público en España, el trading mediante estos productos se ha vuelto más popular. Pero qué es realmente un CFD y cuáles son los mejores proveedores en España.
¿Qué es un CFD?
Los CFDs o Contratos por Diferencia son instrumentos de inversión mediante el que un inversor intenta anticipar si se dará un aumento o disminución en el precio de un activo subyacente. El activo subyacente es generalmente una acción, materias primas, índices o divisas. El CFD es, al igual que las opciones y futuros, un producto apalancado.
Con un CFD el inversor adquiere un contrato con un proveedor. El contrato no tiene una fecha de vencimiento, el inversor puede cerrar el contrato tras unos segundos, o mantenerlo durante años, en función de sus objetivos de inversión. Sin embargo, debido a la naturaleza de estos productos, lo más habitual es que se utilicen con el objetivo de obtener rentabilidad en el corto plazo.
¿Cómo funciona el trading mediante un CFD?
El inversor abre en largos un CFD sobre un activo subyacente, por ejemplo sobre oro. La compra de una onza de oro mediante con una operativa tradicional costaría al inversor $ 1800. Para abrir el CFD, el inversor sólo tiene que depositar una cierta cantidad de dinero en concepto de margen. Digamos que el porcentaje de margen en este caso es del 10%. El inversor necesita 10% de $ 1800 = $ 180 en su cuenta. Esto se debe al efecto apalancamiento, por el que con $ 180 puedes comprar activo por valor de $ 1800, aunque también se puede perder más dinero que el aportado inicialmente -éste es un punto muy importante a tener en cuenta antes de invertir con CFD-.
El inversor de CFDs nunca va a estar en posesión del activo subyacente. De esta forma la operativa con CFDs funciona como a crédito, es decir, el que posee el activo es el proveedor, que pide en concepto de la operativa una comisión al inversor.
Proveedores de CFD
Aunque estos productos son relativamente nuevos en nuestro país, ya existen una gran cantidad de proveedores CFD para elegir. Es necesario hacer un estudio cauteloso de los mismo comparando no sólo las tarifas sino también los servicios ofrecidos y la plataforma de negociación. Con muchos proveedores es posible, sin ningún compromiso, abrir una cuenta demo gratuita. La cuenta demo ofrece la posibilidad de practicar estas operativas, adquirir experiencia y familiarizarse con la plataforma. Usar una cuenta demo es una de las mejores formas de comenzar a operar con los CFDs ya que son productos complejos que requieren una gran experiencia y conocimiento de los mercados.
Más información en www.igmarkets.es
Los comentarios anteriores no constituyen asesoramiento sobre inversiones y por tanto IG no acepta ninguna responsabilidad sobre ningún uso que se pueda hacer de ellos. Los CFDs son un producto apalancado que conllevan un alto nivel de riesgo y pueden ocasionar pérdidas que excedan su depósito inicial. Asegúrese de que comprende por completo el riesgo que implican y realice un seguimiento constante de su inversión.
El artículo Operar con CFDs , Cómo funciona estas operativas aparece completa en nuestro blog Comunidad de Emprendedores.
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Es Noticia, La Ley Antilavado nació muerta - 17/01/2013 19:42:23

"Se acabó el sexenio de la "guerra" contra el narcotráfico, y el Estado mexicano nunca contó con el arma principal: una ley que golpeara las finanzas de los cárteles, los cuales se convirtieron ,en menos de 6 años, en las empresas delictivas más rentables del mundo. Por si fuera poco, la controvertida Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita terminará por chocar con la Constitución apenas entre en vigor en julio del año próximo, considera Federico Ponce Rojas, catedrático de la Universidad Anáhuac.
A las restricciones a la libertad de tránsito que padecen los mexicanos por causa del narcotráfico, pronto se sumarían otras: restricciones al comercio, al flujo de efectivo y, por lo tanto, a las actividades productivas. La advertencia es del catedrático de la Universidad Anáhuac, y vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional, Federico Ponce Rojas.
El exsubprocurador general de la República y actual abogado de la presidencia a cargo de la Dirección de Servicios Especiales del Grupo Financiero Banamex Citigroup se refiere a las disposiciones contenidas en la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, conocida popularmente como Ley Antilavado. La disposición, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de octubre pasado, entrará en vigor a partir del 17 de julio de 2013.
Sin embargo, explica, la Ley nacerá muerta. A decir del también profesor invitado en la Universidad Complutense de Madrid, España, la disposición con la que se daría al gobierno federal un instrumento para golpear las finanzas del crimen organizado resultó un despropósito: "adolece de una estructura constitucional y contradice a otras leyes federales, a la propia Constitución y a los tratados internacionales firmados por el gobierno mexicano y ratificados por el Senado de la República".
De acuerdo con el análisis de Ponce Rojas, la Ley nunca se aplicará. Una vez que entre en vigor, pasarán nueves meses más para que cuente con un reglamento, es decir, hasta abril de 2014. "Y entonces comenzarán los problemas, que necesariamente llegarán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues entrará en contradicción con la Constitución y con la Ley Federal de Protección de Datos Personales, entre otras leyes del mismo rango".
Una de las primeras contradicciones con la Constitución es la relacionada con la presunción de inocencia. La nueva Ley dispone que los ciudadanos deben mostrar que sus movimientos financieros sean lícitos. "Ahora todos son sospechosos". Por ello, a decir del catedrático de delitos federales en la Universidad Anáhuac, los problemas de la nueva ley federal comienzan "desde su nombre".
La nueva Ley se sumará a otras 39 leyes federales vigentes en México. Ponce Rojas señala que el lavado de dinero "debe combatirse de manera firme y contundente, pero de manera integral junto con todos los demás delitos".
De acuerdo con datos del secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, proporcionados a los medios de comunicación luego de la promulgación de la Ley Antilavado, el lavado de dinero en México ronda los 10 mil millones de dólares.
Sin embargo, datos de la Comisión de Hacienda del Senado de República, de la LX Legislatura señalan que el monto podría alcanzar los 14 mil millones de dólares. Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos considera un rango más amplio del monto del lavado de dinero de los cárteles mexicanos: entre los 8 mil millones y los 25 mil millones de dólares anuales. Y la organización no gubernamental estadunidense No Money Laudering estima que los cárteles mexicanos ganan anualmente un monto equivalente al 5 por ciento del producto interno de México, es decir, 59 mil 500 millones de dólares.
¿Se hizo realmente algo significativo contra el lavado de dinero durante el sexenio de Felipe Calderón? ,se le pregunta a Federico Ponce Rojas.
En un año se han consignado 34 averiguaciones previas y dos sentenciados, en el Distrito Federal, donde se realiza el 10 por ciento de las actividades notariales relacionadas con la actividad inmobiliaria. Hoy los notarios informan puntualmente de las actividades de más de 1 millón de pesos al registro de la Propiedad y el Comercio, a la Secretaría de Gobernación, a la Secretaría de Relaciones Exteriores (cuando hay cumplimiento de la ley de inversiones extranjeras) y, desde luego, al Servicio de Administración Tributaria (SAT). Y lo hace con certidumbre jurídica: el notario hoy exige en estas operaciones dos identificaciones: la credencial para votar que expide el Instituto Federal Electoral (IFE) y el pasaporte. Pero estamos hablando de 90 mil reportes, que corresponden al Distrito Federal, es decir, el 10 por ciento del total. Pero solamente en el marco del ejercicio del notariado. ¿Y las otras? ¿Quién va a controlar uno por uno los reportes que se están haciendo? Es humanamente imposible. Por eso concluimos en un año solamente con 34 averiguaciones, dos de ellas con sentencia condenatoria. Eso vuelve a las leyes inaplicables e ineficaces. Y la peor ley es aquella que no se puede aplicar.
Pero si no se combate el lavado de dinero, no se combate al crimen organizado.
Indudablemente. Hace muchos años un procurador general de la república me comentó: "duele más una patada en el bolsillo que una patada en las espinillas". Hay que golpear definitivamente al brazo armado del crimen organizado, pero hay que hacerlo con leyes eficientes, con procedimientos eficaces, con autoridades especializadas. Y encaminar todas y cada una de las acciones a ese crimen organizado. Y aquí debemos ser claros: seudoempresarios que evaden al fisco y lavan dinero podrían ser tan peligrosos como los narcotraficantes que nos presentan los medios, encadenados en oro. Tenemos que prestarle atención debida a cada una de las expresiones criminales que se den en nuestro país, sin calificarlas prioritariamente. Todo lo que agravie a la sociedad mexicana debe tener la misma prioridad.
¿La nueva ley no está encaminada a combatir integralmente el lavado de dinero?
Actualmente en México hay restricciones a la libertad de tránsito. Con la nueva Ley habría restricciones al comercio, al flujo de efectivo. Además, con una severidad draconiana, porque desde su título empiezan los problemas: Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita. ¿Todo el efectivo que circula en la república mexicana es ilícito? Yo creo que no. Quien recibe el pago por un servicio de alimentos, por la compra de verduras, los mercados, son actividades totalmente lícitas. Tan son lícitas, que cuando se depositan esas grandes cantidades en efectivo, el 2.5 por ciento que se retiene con depósitos mayores de 20 mil pesos, es repercutible, es decir, se los reintegra el fisco. Ahora resulta que yo tengo que probar que mis recursos son lícitos, cuando es un principio general de derecho que la ilicitud debe ser probada por la autoridad.
Ponce Rojas agrega: "que quede claro: que se combata con dureza, firmeza y certeza el brazo económico del crimen. Ahí deben estar centradas todas las acciones. Pero no por aplicar una ley a una minoría (porque los delincuentes en este país son la minoría de la sociedad civil), se ataque al resto de la sociedad".
Quien fuera fiscal especial para Casos Relevantes de la PGR abunda: "no puedes aplicar una ley para combatir un cierto sector y una cierta actividad y cierta conducta restringiendo las libertades y agraviando al resto de la sociedad, porque ya cualquiera que maneje una cifra determinada de efectivo ya su presunción de inocencia ya no existe. Una de las reformas sustanciales del artículo 20 constitucional, fracción primera, inciso b, establece la presunción de inocencia; pero además tenemos leyes que protegen la privacidad de las personas. Es el caso de la Ley Federal de Protección de Datos Personales. ¿Cuál aplicas? Viene un choque de dos leyes del mismo rango. Y eso sólo un ejemplo. Ese choque lo va a resolver la Corte al final del día. Lo va a resolver conforme lo que establece la Constitución y los tratados internacionales. Entonces esta ley que todavía ni siquiera entra en vigor ya nació muerta.
Y es que la ley que entrará en vigor a mediados del próximo año prevé todo un catálogo de actividades que las autoridades deben identificar e investigar: desde juegos, sorteos, apuestas y concursos hasta la prestación de servicios profesionales, pasando por la subasta comercial o profesional de obras de arte, el blindaje de vehículos en inmuebles.
Qué papel juegan las instituciones financieras en el combate al lavado de dinero. ¿Son víctimas o cómplices?
Lo hay es ineficiencia de la ley. No se le puede aplicar particularmente la ley a una persona. La ley es para todos. Y se aplica la que está vigente. La ley que está vigente es la que se le aplicó, por ejemplo al banco HSBC. Y es una ley tolerante, laxa.
¿Y con esas sanciones tan exiguas no se está invitando a las instituciones a que laven dinero?
Es la ley que hay. Y la nueva enfrentará a la Constitución. No se va a aplicar.
De acuerdo con las proyecciones de Global Finantial Integrity y de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos sería el país en que más dinero se lava en el mundo. Se trataría de 182 mil 600 millones de dólares.
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Noticia, Sepa cómo hacer para mejorar su pensión de jubilación - 26/07/2012 16:44:31

"Autor:
Fabiana Sanchez
Fuente:
Peru21
Para los menores de 40 años, los analistas sugieren arriesgarse en productos financieros con alta rentabilidad.
Trabajar por más de 30 años para que al jubilarse reciba una pensión de S/.1,200 no resulta muy atractivo. Sin embargo, ese ingreso mensual puede ser mayor si desde ahora comienza a invertir.
El director de Administración y Finanzas de la UPC, Paúl Lira, manifiesta que una de las alternativas para destinar los excedentes de dinero para este fin es el aporte voluntario sin fin previsional de las AFP.
"Este producto le permitirá invertir su dinero en los mismos multifondos que ofrece el sistema privado y obtener ganancias similares", asegura.
Por ser un aporte voluntario, el trabajador puede realizar un máximo de tres retiros en un periodo de un año, indica el catedrático.
Otra alternativa son los fondos mutuos, los cuales pueden dar mayor rentabilidad que los tradicionales depósitos a plazo de bancos y cajas municipales. "El problema de las cuentas de ahorro es que ahora no están dando tanta ganancia", explica.
LOCALES Y AUTOS
Una opción que también sugiere el experto es la inversión en inmuebles. "Si quiere conseguir más dinero para su retiro, tiene que empezar desde ahora, y el sector vivienda es un negocio a largo plazo", dice.
Por ello, Lira aconseja apostar por la compra de departamentos o locales para, luego, alquilarlos.
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