domingo, 9 de marzo de 2014

Sáquele el jugo a la rentabilidad de su CTS y Cuidado con el liderazgo, cuidemos el compromiso

Interesante, Sáquele el jugo a la rentabilidad de su CTS - 21/01/2014 1:22:17

Sáquele el jugo a la rentabilidad de su CTS

25 ABR 11 Por: admin
Comparabien en las noticiasAutor: Richard ManriqueFuente: La Republica
Aproveche. Elija entre un banco, una financiera, una caja municipal y una caja rural.
La oferta de tasas de interés para la cuenta CTS es variada en el sistema financiero. Solo es cuestión de que usted decida dónde le conviene tener su dinero para lograr una mayor rentabilidad. Debe tener en cuenta los servicios y la garantía que le brinda la entidad. También debe saber que su dinero está protegido por un Fondo de Seguro de Depósito. Y si elige el traslado de su cuenta de una entidad a otra este paso es simple y la totalidad del trámite lo debe realizar el empleador.
¿Dónde depositar su CTS para ganar más dinero? ¿En qué entidad están más seguros sus depósitos de mayo y noviembre? Si usted se hace constantemente estas preguntas es momento de despejar sus dudas.
En principio, debe saber que puede depositar su CTS en bancos, financieras, cajas municipales o cajas rurales, cada una con sus propias ofertas y variadas todas entre sí, tanto en soles como en dólares, como se aprecia en los gráficos.
Según Ricardo Herrera, laborista del estudio Muñiz, la mayoría de gente aún prefiere confiar sus fondos de CTS a los bancos comerciales, pues gozan de mayor liquidez, y el riesgo de perder su dinero es menor. Se entiende, entonces, que a febrero más de 2 millones 500 mil personas depositaron su CTS en los bancos. Eso significa más del 93% del mercado.
Pero ese es el rostro agradable. La otra cara de la moneda es que los bancos ofrecen las tasas de interés más bajas del sistema financiero: como mínimo ofrecen 1.2% y como máximo 9%.
¿Por qué sucede este desbalance? "Los bancos confían en que la gente preferirá una institución sólida, segura y tradicional. Además las personas prefieren los bancos por un tema cultural. Esa es su ventaja comparativa", explica Herrera.
En cambio en las cajas municipales y rurales, el panorama se vislumbra al revés. El número de personas que depositan en estas entidades es menor, pero a la vez ofrecen tasas de interés más altas.
Solo en febrero 120 mil 237 personas optaron por las cajas municipales, y 35 mil 889 lo hicieron por las cajas rurales, configurándose una demanda bastante inferior a los bancos. Pero lo interesante es que las tasas de interés van de 8.5% a 13% en las cajas municipales y de 9% a 14.25% en las cajas rurales, porcentajes hasta tres veces mayores que los bancos.
El problema es la poca confianza de los peruanos respecto a estas entidades, básicamente por temor a perder su dinero, ya que las cajas municipales y rurales son entidades relativamente nuevas y pequeñas en comparación con la banca convencional.
"Hay un elemento de riesgo, porque evidentemente un banco tiene más liquidez que una caja rural o municipal. Pero con el tema del encaje y las garantías que les exige la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ese riesgo se reduce", afirma Herrera.
En defensa de las cajas
El presidente de la Federación peruana de Cajas Municipales, Edmundo Hernández Aparcana, señala que las cajas municipales tienen un modelo financiero muy reconocido a nivel mundial que además está en constante crecimiento en el Perú: este año tendrá un despunte estimado entre 20% y 25%.
Hernández precisa que durante el 2010 os depósitos de CTS crecieron en 43% en las cajas municipales, reflejando una creciente preferencia.
En cuanto a las entidades financieras, estas también presentan una realidad parecida a las cajas municipales y rurales. En febrero concentraron 30 mil 425 personas en depósitos de CTS. Es un segmento con una oportunidad de crecer, toda vez que ofrecen tasas altas que llegan hasta el 11%.
Los expertos recomiendan verificar constantemente las tasas de interés de los bancos, financieras y cajas, puesto que de un momento a otro las entidades pueden variar sus porcentajes sin que usted tome sus precauciones.
Por lo demás no se preocupe. Una vez depositada su CTS en cualquier alternativa, el monto acumulado en su cuenta tendrá la garantía y el resguardo del Fondo de Seguro de Depósitos (FSD).
¿Qué hago para pasar mi CTS a otra entidad?
1. Redacte una carta simple (con una copia de su DNI) y solicite a su empleador el traslado de su CTS del banco en el que actualmente guarda sus depósitos a otro banco, caja municipal o caja rural, según su preferencia.
2. El empleador se encargará de remitir su solicitud a la entidad vigente, para que luego ésta transfiera su CTS al nuevo depositario.
3. El proceso de transferencia no debe exceder los 15 días, pues está sujeto a una sanción por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS).
4. El nuevo depositario pasará a entregarle el número de cuenta de su CTS, el que entregará a su empleador para que éste empiece a realizar los depósitos correspondientes en esa nueva entidad.
5. El monto trasladado será el que usted haya acumulado, sin ningún tipo de descuento. La diferencia es que ahora estará sujeto a una nueva tasa de interés y así usted podrá aumentar la rentabilidad de su CTS.
¿Debo tener temor si paso mi CTS a otro banco o caja?
1. El Fondo de Seguro de Depósitos (FSD) es una institución que protege los ahorros de las personas en caso quebre el banco, caja municipal o la caja rural donde tenga su CTS.
2. Esta regulada por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) e integrada por bancos comerciales, financieras, cajas municipales y cajas rurales.
3. En caso de quiebra, la FSD le devolverá el monto intacto de sus ahorros más los intereses generados por el mismo, siempre y cuando no superen el Monto Máximo de Cobertura.
4. Para el período marzo-mayo 2011, el monto máximo que cubre la FSD es de S/. 87,645. Es decir; si sus ahorros no superan esta cifra, quédese tranquilo, pues su CTS podrá ser devuelta en su integridad.
5. El seguro no tiene costo para los depositantes. Los miembros del FSD son los que pagan cada tres meses una prima por este seguro con el objetivo de protegerlos.
ENFOQUE: Alfredo Ramirez, Director Ejecutivo de Comparabien.com
Usted puede elegir al que le pague más
Muchas personas escogieron depositar su CTS teniendo en cuenta la libre disponibilidad de años anteriores. Es así que buscaron el servicio más rápido para retirar el dinero en el menor tiempo posible. Optaron por bancos con más cajeros automáticos o bancos en los que tenían sus cuentas sueldo. Ello solo por comodidad. No les importaban mucho los intereses, porque veían a la CTS como una fuente de ingreso. Pero esta situación cambiará a partir de mayo, cuando la disponibilidad de las CTS sea casi intangible. Muy pocas personas van a poder retirar su CTS, entonces se vuelve mucho más importante dónde mantener su dinero, porque el fondo estará guardado por un tiempo largo, aproximadamente unos seis años, es recomendable que donde usted decida tener su CTS esté ganando la mayor cantidad de intereses.
Publicado el sábado 23 de abril de 2011 en La República, Dossier especial sobre las CTS y las AFPs. Se presentó un cuadro comparativo de cuentas CTS proporcionado por Comparabien.com
Fuente Artículo

Información: Cuidado con el liderazgo, cuidemos el compromiso - 30/06/2013 17:35:14

Cuidado con el liderazgo, cuidemos el compromiso
José Enebral Fernández
Tweet Sin duda, todos somos más efectivos y felices, si nos sentimos comprometidos con metas profesionales estimulantes en nuestras empresas; pero todo esto es muy complejo...
La verdad es que algunas cosas que leemos sobre el liderazgo quizá el más sonoro buzzword del momento en la literatura del management en la empresa, nos recuerdan más la Teoría X de McGregor, que su más idónea Teoría Y, quizá origen ésta de los cambios culturales de los años 90. Lo cierto es que el compromiso resulta fundamental en las organizaciones de la economía de nuestros días…, al menos mientras dure (el compromiso). Hemos conocido, por cierto, primeros ejecutivos que, sin llevar dos años en su empresa, se han ido a la más directa competidora, con el mismo cargo (quizá más sueldo), después de predicar el compromiso entre sus seguidores.
Recientemente, me decía un trabajador de pyme que le gustaría involucrarse más, comprometerse más, que desearía contribuir en mayor medida a la prosperidad de su empresa (en la que llevaba poco tiempo), pero que su jefe, uno de los dueños, no le dejaba; que le ocultaba información, quizá para neutralizar sus sugerencias y críticas; que le restringía información, quizá para no desvelar lo mal que se estaban haciendo las cosas; que parecía temer sus opiniones e iniciativas, justamente por atinadas. Este comentario me llegó al mismo tiempo que la lectura de algunos artículos sobre el compromiso de directivos y trabajadores, y me animó a reflexionar.
Cuando en la empresa hablamos de la contribución de cada persona a los resultados colectivos, surgen términos como la responsabilidad, la motivación, la inteligencia, la competencia, el talento, la diligencia y, entre otros más, el compromiso. Estamos ante conceptos complejos e interrelacionados que hemos de interpretar con rigor; en estos párrafos nos detendremos, sí, en el último citado: el compromiso. Mediante el compromiso, que apunta a nuestra voluntad, generamos una obligación intrínseca que es preciso identificar bien, y someter a un análisis de reciprocidad.
He observado que algunos de nuestros expertos nacionales, los pertenecientes al club de los autodenominados top ten ?quizá una especie de oficioso establishment nacional del management? vienen hablando y escribiendo con frecuencia sobre el compromiso, y no debe ser gratuito; se trata ciertamente de un tema del que hay mucho que decir. Yo mismo, con cierto atrevimiento, me ocupé del tema en 2002. Entonces recordaba que, como profesionales, hemos de comprometernos "con las metas individuales y colectivas compartidas", lo que naturalmente abarca resultados cuantitativos y cualitativos (satisfacción de los clientes). Me parecía importante subrayarlo entonces, aunque quizá en la práctica siempre hemos vinculado el compromiso "con la empresa" y aun "con el jefe".
Dentro del campo de los sentimientos, actitudes y conductas, enfocaba yo, en efecto, hace seis años, algunas fortalezas en que me parecía que se desplegaba el compromiso en la actuación cotidiana. Destacaba yo entonces:
El espíritu de comunidad.
La responsabilidad.
La proactividad.
El afán de superación.
El espíritu de comunidad suponía someterse a las reglas de convivencia, compartir los objetivos comunes y subordinar los intereses propios a los colectivos; suponía también una actitud de colaboración con los demás, compartiendo tareas y conocimientos. Con la responsabilidad, me refería a comportamientos caracterizados por la lealtad, la autodisciplina, la integridad y la coherencia. Con la proactividad, apuntaba a la iniciativa, la diligencia, el optimismo, la perseverancia y la anticipación. Finalmente, identificaba yo el afán de superación, para recordar que el compromiso nos mueve al desarrollo personal y profesional, al servicio de las metas compartidas y del propio desarrollo de la organización.
Una revisión del compromiso
Leí, por ejemplo, con atención un artículo reciente del prestigioso experto José Aguilar López. Me interesó porque destacaba el carácter estable del compromiso y porque decía cosas como: "Demandan y generan compromiso los proyectos que, a su vez, se comprometen: con su mercado, con sus clientes y, por supuesto, con sus empleados". Creo, sí, que en su trayectoria, el individuo celebrará un proyecto atractivo, profesionalmente estimulante, pero también vinculará su compromiso con la reciprocidad percibida, con una cierta continuidad en el tiempo.
No parece que deba hablarse del compromiso sin dejar claro con qué nos comprometemos. Podemos considerar que lo hacemos con los intereses colectivos, con las metas empresariales, con la prosperidad de la organización: a ello nos movería la profesionalidad, ya fuéramos directivos o fuéramos trabajadores expertos. Pero también cabe pensar que una empresa contrate personas para misiones especiales, para que obedezcan a un jefe, para que desarrollen una determinada tarea, por un tiempo limitado..., sin exigir un compromiso organizacional. Quizá no podríamos esperar mucho más que competencia y sumisión, si percibiéramos a los trabajadores como meros empelados, subordinados, recursos, seguidores, colaboradores… Otra cosa sería verles y tratarles, en su caso, como profesionales, como capital humano, lo que parece una demanda de la economía del conocimiento y la innovación.
Ciertamente, hay empresas (y jefes) que buscan en sus empleados la obediencia, y otras, la inteligencia. Las primeras se nuclean sobre el poder y las otras quizá más sobre el saber. Si uno ha de esperar instrucciones, no se puede comprometer más que a obedecer de la mejor manera; si uno se compromete a generar resultados, entonces sí queda espacio para aplicar la inteligencia en todos sus recursos.
Se diría que en el pasado el compromiso, tal como lo entendemos, venía marcando la frontera entre el "nosotros" y el "ellos" en las organizaciones, es decir, entre directivos y trabajadores; pero quizá hoy debamos pensar en un compromiso extensible a todas las personas, en una empresa de individuos comprometidos, en un colectivo alineado (y no alienado) y sinérgico tras objetivos de prosperidad. La división de las personas, lejos de lo de líderes y seguidores, podría formularse de otro modo: profesionales de la gestión y profesionales en sus respectivos campos técnicos y funcionales.
Naturalmente, el grado de compromiso puede ser diferente en cada persona, y así caben expresiones como las siguientes, de menor a mayor:
1. "Me pagan, vengo todos los días y hago mi trabajo".
2. "Me gustan mis compañeros y mi trabajo, y lo hago lo mejor que puedo".
3. "Me surgen oportunidades de aprender y desarrollarme.
4. "Me parece un proyecto estimulante y celebro formar parte de él".
5. "Asumo convencido responsabilidades colectivas tras los resultados.
De los trabajadores de hace cincuenta años no se esperaba siempre que se identificaran con la empresa, pero ya en las décadas finales del siglo XX iba pareciendo deseable que esa idea estuviera presente tanto en directivos como en trabajadores: formar parte del proyecto de empresa. De modo que, aun limitándonos cada uno al nivel de responsabilidad del puesto ocupado en la organización, además de entregar tiempo, atención, intención y hasta algo de intuición-corazón, algunas (quizá no todas) empresas esperan hoy que alineemos nuestras metas con las suyas, y que alcancemos nuestra realización profesional contribuyendo a la colectividad. A este compromiso organizacional ?niveles 4 (trabajadores) y 5 (directivos) señalados?, ya estudiado entre otros expertos por Meyer, Allen, Baker, Mathieu o Zajac, nos referimos como óptimo.
Pero nadie se sentiría muy comprometido si hubiera de limitarse a obedecer, o si, por ejemplo, observara conductas corruptas en los ejecutivos: pensaría que, más que compromiso, se le pide complicidad. Hemos conocido ciertamente el enriquecimiento desmedido de algunos primeros ejecutivos mientras sus empresas se empobrecían muy visiblemente. El propio Peter Drucker destacaba en uno de sus últimos libros la descarada codicia de los ejecutivos de nuestro tiempo.
Más sobre el compromiso
Podemos ver el compromiso como una fortaleza del carácter que, como otras el afán de aprender, la amplitud de miras, la creatividad, la integridad, la prudencia, la diligencia y algunas más, apunta a la voluntad para decidir nuestra actuación o postura ante un escenario que la demanda. Decidimos comprometernos, o no hacerlo; y cuando nos comprometemos, nuestros esfuerzos se orientan, nuestros intereses se subordinan y nuestra conducta se modula. Hay personas más dispuestas a comprometerse que otras, y al hacerlo no limitan su libertad sino que la manifiestan.
Al consultar "La práctica de la inteligencia emocional", de Daniel Goleman, leemos: "La esencia del compromiso consiste en sintonizar nuestros objetivos con las metas de la organización, generando así un compromiso fuertemente emocional...". Y también: "Quienes estiman y abrazan las metas de una organización no sólo pueden efectuar un gran esfuerzo en nombre de ella, sino que también están dispuestos a realizar sacrificios personales cuando sea necesario". Y todavía más: "Las empresas u organizaciones que carecen de una misión explícita y claramente formulada, o cuyas declaraciones al respecto son meras artimañas de relaciones públicas, brindan muy pocas oportunidades al compromiso".
Insistiendo en que el compromiso auténtico de que venimos hablando nace del vínculo emocional, Goleman nos recuerda que unas mismas circunstancias adversas pueden ser vividas con cierta desesperación, como onerosas y estresantes, por los no comprometidos, mientras que las personas comprometidas, que se crecen ante presiones y desafíos, las pueden vivir sin merma de satisfacción (sean directivos o sean trabajadores).
Es evidente que todos los días hay obligaciones que atendemos sin frío ni calor, pero he recurrido a Goleman porque se viene ciertamente apelando a la dimensión emocional del compromiso: al alineamiento de las personas con las metas y valores de la organización. La repetida idea de la "visión compartida" (shared vision) una de las disciplinas de que nos hablaba Peter Senge no es sino una expresión más de este vínculo emocional. No se trata de acatar los objetivos de futuro, sino de asumirlos y compartirlos: tal es el compromiso que parecen demandarnos las denominadas organizaciones inteligentes.
Uno puede contraer esta obligación máxima desde los límites de su responsabilidad, o bien puede simplemente "cumplir" con su trabajo. Esta última es, desde luego, la opción natural de quienes se sienten preteridos o desconectados de las decisiones que les afectan, de quienes contemplan preocupados comportamientos corruptos de sus superiores, de quienes se saben víctimas de un próximo recorte de plantilla, de quienes perciben el cinismo subyacente en la comunicación interna...; pero lo ideal es que no haya nada de esto, y que, más allá de "cumplir", contribuyamos decididamente a unas metas colectivas profesionalmente atractivas.
Podrá pensarse, si el lector se detiene en reflexiones paralelas, que la demanda generalizada de compromiso emocional no es coherente con las distancias excesivas entre el "nosotros" y el "ellos", por no hablar de lo de los supuestos líderes y los supuestos seguidores; que tampoco es coherente con los despidos masivos o con los contratos temporales; que tampoco es coherente con el espectáculo de los CEO mercenarios que se enriquecen para sí y para toda su descendencia mientras sus empresas se van a pique; que es asimismo incoherente con la fuga de altos directivos para ser mejor pagados por la competencia; que a menudo las metas formuladas lo son para la galería mientras los auténticos propósitos de la empresa son otros... Eso me parece a mí. Sin duda es saludable y enriquecedor lo de vivir comprometido intrínsecamente con alguna meta, tanto en lo profesional como en lo personal, pero hemos de ser cautos y perspicaces al otorgar nuestra confianza y adhesión, y adoptar las metas que se nos proponen.
Nuestra voluntad
A comprometernos de la forma a que nos referimos nadie nos puede obligar, como tampoco dejamos que nos obliguen a casarnos o tener hijos. Clarence Francis, que fue asesor del presidente Eisenhower, decía: "Uno puede comprar el tiempo de las personas, su presencia física en un lugar e incluso un número determinado de movimientos musculares por hora. Pero no se compra su entusiasmo, ni se compra su lealtad, ni se compra la devoción de sus corazones: eso hay que ganárselo". De modo que uno se compromete libremente, sobre todo porque le atraen las metas de la organización. Y, ¿por qué le atraen estas metas?
Los psicólogos hablan del "afán propio", o del "tema vital", para referirse a aquello a lo que una persona enfoca su voluntad por encima de todo, y a los medios que para ello emplea. En la literatura del management se habla de designio particular, de purpose. Nos lo dice Robert K. Cooper: "El designio es la brújula interior de nuestra vida y nuestro trabajo". Si nuestro propósito en la vida sintoniza, o convive en armonía, con los objetivos y estrategias de nuestra empresa, estamos más cerca de la eficacia y la satisfacción perseguidas. Para los directivos el purpose es fundamental, y si no lo tienen muy definido habrían de adoptar uno que entronque en la visión o misión de la empresa a que contribuyen. Ya saben lo del médico: según se mire, su misión es recetar, o, más eficaz y enriquecedoramente, contribuir a la calidad de vida de sus pacientes y de su entorno.
Las personas que poseen un afán de esta naturaleza pueden dar significado a todo lo que les sucede: será positivo si les acerca a su meta, o negativo si les aleja. Quienes carecen de un afán definido, tienen más problemas para interpretar los sucesos y, en general, se pierden emociones positivas. Como nos señala el profesor Csikszentmihalyi, cuando la energía psíquica de una persona se pone al servicio de su tema vital, la conciencia logra armonía, y el individuo, plenitud. Podemos aceptar que comprometernos resulta emocionalmente inteligente: "llena" nuestra vida profesional; quizá por eso activamos nuestra voluntad de comprometernos.
Claro, algún lector pensará, por una parte, que hay metas y "metas", y por otra que toda esta teoría se adultera en la vida real, y que a veces lo que decide la voluntad es aparentar el compromiso y esperar varias cosas: una buena subida de sueldo, una rápida ascensión y la consecución de poder (quizá para utilizarlo en beneficio propio)... Sin descartar que, una vez en la cima, el ejecutivo se vaya a ganar más dinero, precisamente a la empresa competidora. También puede ocurrir que el compromiso sea auténtico al principio, y se adultere o corrompa después... Pero sigamos; sigamos en la hipótesis más virtuosa: la integridad de las personas, sean directivos o trabajadores.
A qué nos comprometemos
Déjenme recordar enseguida verán por qué declaraciones de un conocido bodeguero de Rioja que hace 30 años se propuso aumentar su producción y difundir su mejor vino por el mundo: "Para lograrlo fue preciso poner en marcha un plan bien meditado a 10 años vista. Era obvio decía don Julio Faustino Martínez en la revista Vino y Gastronomía que el objetivo básico y primordial era conseguir un terreno de excepcional calidad, para plantar las mejores variedades de vino de La Rioja... Tuvimos que despedregar todo el terreno... Finalmente hubo que drenar, estercolar y desinfectar el suelo en varias parcelas y hacer una buena labor de desfonde...".
Don Julio parecía mostrarse orgulloso no sólo de haber alcanzado exitosamente su objetivo, sino del trabajo realizado para ello; no hablaba de resultados económicos sino de logros profesionales, y esto parece lo más frecuente en el sector vitivinícola, no solamente en España. Pero también en la prensa económica, se pueden encontrar declaraciones en esta dirección vocacional de ofrecer satisfacción a las expectativas de consumidores. En El País-Negocios, por poner uno entre muchos ejemplos posibles, aparecía un texto en 2006 sobre las Bodegas López Hermanos (las del Málaga Virgen). Podíamos leer: "Más de 120 años de una historia difícil y apasionante", "La bodega apuesta por primera vez en su historia por un vino tinto (Pernales), elaborado a partir de la variedad Syrah", "...cuatro variedades exclusivamente: Pedro Ximénez, Chardonnay, Moscatel y Syrah", "...el celebérrimo Málaga Virgen o la Quina San Clemente, indicada en aquellos tiempos para abrir el apetito de los niños".
Sin embargo, también encontré reportajes y declaraciones (año 2004) de ejecutivos de unas conocidas bodegas (Bodegas Vinartis, con vinos de mesa como Cumbres de Gredos y otros de alta calidad como Pata Negra, por entonces presididas por don Miguel Canalejo, conocido financiero), que me resultaron inusuales: "El vino español tiene un problema de competitividad en el exterior: las Denominaciones de Origen" (Expansión, en junio); "El objetivo es incrementar las ventas en 2004 y obtener un ebitda de 15 millones, un 17,1% más" (Expansión, en junio); "El ebitda estimado para 2004 asciende a 14,5 millones, lo que supone una subida del 20,8%" (Cinco Días, en diciembre); "Cumbres de Gredos prepara su desembarco en la denominación Rioja" (Estrategia empresarial, en diciembre); "El año que viene nos reforzaremos con la compra de bodegas en Rioja y Ribera del Duero" (Expansión, en junio); "Cumbres de Gredos prepara su desembarco en el mercado de EEUU" (Cinco Días, en diciembre). Se trataba del sector del vino, pero las intenciones parecían distintas.
Hay ciertamente empresarios, directivos y profesionales que intentan alcanzar la mayor calidad y competitividad de sus productos o servicios (ganando dinero como consecuencia), y otros que se orientan sobre todo a los parámetros financieros, es decir, a generar beneficios con la actividad profesional, vivida ésta como medio; ello con todas las posibilidades intermedias y sin menoscabo de la legitimidad. (Sería quizá una digresión que nos detuviéramos ahora en recordar que don Miguel tuvo que vender Vinartis en 2007, a un precio sensiblemente inferior al pagado por estas bodegas en 2003).
Lo anterior me sirve para sugerir que quizá un buen profesional prefiera desplegar su compromiso en una empresa más autotélica (las del primer tipo), más que en una empresa exotélica, orientada sobre todo a las cifras; pero no debemos descartar que haya también buenos profesionales técnicos en empresas de perfil exotélico, como los hubo en ITT en los tiempos de Geneen (permitan que recurra aquí a mi experiencia personal en ITT, donde yo era un modesto empleado en los años 70, pero pude convivir con magníficos profesionales españoles, en el Centro de Investigación de Madrid: recuerdo a Rafael Burriel, por ejemplo).
Compartimos hemos dicho las metas "profesionales" de la organización, y ello nos mueve a trabajar para el corto y el largo plazo. Cuando conducimos nuestro automóvil en la carretera, atendemos a nuestro entorno próximo pero no perdemos de vista el horizonte, ni olvidamos el destino. Acertada o no la analogía, debemos atender al corto y largo plazo, asegurando que lo que hacemos cada día nos aproxima a y no aleja de la denominada "visión". De modo que, aunque los directivos abordan cada día lo que les dicta su agenda y también alguna cosa imprevista, su punto de mira está en las metas de fin de ejercicio y, quizá especialmente, en las del futuro deseado (ganar clientes, liderar el mercado, consolidar las innovaciones introducidas, etc.).
Tan saludable parece esta manera de trabajar, que la formulación y asunción de objetivos se extendió también a los trabajadores, en no pocas grandes empresas, en los años 80 y 90. Temo que la cosa no funcionara bien es conocida la frecuente adulteración del sistema de dirección por objetivos, pero el hecho es que se viene alentando el compromiso con los resultados a obtener, más allá del desempeño cotidiano de tareas. Ahora bien, ¿de qué, o quién, depende el resultado perseguido? Efectivamente, tal como estará pensando el lector, a veces se nos piden resultados que no dependen de nosotros, y ni siquiera de que trabajemos en equipo... A veces, la Alta Dirección parece más ocupada en fusiones y adquisiciones que en la marcha de la compañía, y aparece un cierto vacío en la coordinación.
La Dirección desempeña ciertamente un papel fundamental en la consolidación del compromiso de las personas; puede alentarlo, pero también puede bloquearlo o sofocarlo, con mayor o menor conciencia de ello. Al hilo de esto, el propio Tom Peters señala que la gente tiene buen olfato para detectar el compromiso o su ausencia en los líderes; si éstos persiguen metas distintas de las declaradas, se acaba sabiendo. También recuerdo a Peter Senge diciendo que la Dirección tendría que empezar por dejar de desmotivar a la gente.
Materialización del compromiso
Insistiría en la necesaria reciprocidad del compromiso, de modo que si la empresa nos considerara un mero coste inevitable, cuidaremos de ajustarnos; pero sigamos imaginando el mejor escenario: la organización inteligente. Así las cosas, la mejor relación de compromiso catalizaría conductas como las siguientes:
Desarrollar con diligencia y esmero nuestras tareas.
Asegurar su contribución a resultados colectivos.
Neutralizar cualquier circunstancia o evento que ponga en riesgo las metas.
Guiar, en su caso, la actuación de nuestros colaboradores.
Asegurar el alineamiento de éstos con las metas comunes.
Seguir las reglas y métodos establecidos para la convivencia profesional.
Subordinar intereses propios a los colectivos.
Cultivar los valores corporativos.
Colaborar con los demás.
Ejercer crítica constructiva, inteligentemente formulada.
Hacer fluir la información y conocimientos de que disponemos.
Ser leales, íntegros y coherentes.
Ser preactivos o proactivos, lejos de la reactividad o la inactividad.
Conjugar la percepción de la realidad con el optimismo.
Perseverar ante las dificultades.
Superarnos a nosotros mismos cada día.
Perseguir la mejora continua y la innovación.
Representar dignamente a nuestra organización ante terceros.
Equilibrar la relación personal con la ejecución de tareas.
Contribuir a la calidad de vida en el trabajo.
El lector puede completar esta lista porque la he improvisado con las 20 primeras ideas surgidas: la dejo abierta. Son, por decirlo así, algunos indicadores del compromiso. Si quisiéramos medir el compromiso de las personas, habría que observar conductas como las anteriores y comprobar su autenticidad.
Pérdida del compromiso
Con lo ya comentado sobre el compromiso organizacional, podemos convenir en que se hace sólido por la catálisis de elementos como la confianza, el alineamiento con las metas, el progreso hacia ellas, las relaciones internas, la cohesión y coherencia de la comunidad, la satisfacción general, la ética y justicia reinante, el reconocimiento interno, el prestigio social de la organización, etc. Y podemos igualmente convenir en que se perdería al debilitarse sus fundamentos; de esto hablaremos ahora. En verdad, puede haber dudas hasta que decidimos comprometernos en plenitud, pero, en su caso, el descompromiso podría ser bastante automático, llegado el caso.
Nuestro compromiso se puede desvanecer por razones endógenas y exógenas; entre estas últimas, podemos destacar algunas quizá más frecuentes:
La corrupción de los ejecutivos.
La desviación de las metas originales.
La pérdida de vigencia de las mismas.
La falta de transparencia de la organización.
El fracaso en los resultados.
El sentimiento de ser preterido, excluido o subestimado.
El desacuerdo con las tácticas o los métodos.
Las razones endógenas para romper los compromisos son igualmente importantes, pero pueden variar más de unas personas a otras. Me he detenido en esto de la fragilidad del compromiso porque creo que las organizaciones tienen más problemas para mantenerlo en sus personas, que para conseguirlo inicialmente. De todos modos, hay que insistir en que no todos los compromisos lo son realmente: o sea, en que también cabría hablar de falsos compromisos o compromisos extrínsecos.
Claro no sé si esta reflexión encaja aquí, o debería haberla hecho antes, yo querría detenerme en que quizá resulte difícil esperar o mantener el compromiso de aquellos a quienes visiblemente veamos como meros recursos, empleados, colaboradores, seguidores o subordinados, y de quienes sólo busquemos obediencia sin reparos. Lo digo porque de algunos de nuestros top ten (el aparente establishment de que les hablaba) salen pensamientos como éstos: "un buen directivo-líder es aquel que sabe obtener los mejor de sus colaboradores"; "un buen directivo-líder es aquel que consigue que los subordinados obedezcan convencidos y contentos", "un buen directivo-líder no pretenderá que un empleado lo obedezca por temor o por una recompensa como lo haría un gestor, sino motivado por el valor real de la acción", "liderazgo y coaching vienen a ser lo mismo"…
Si éste es el modelo mental que guía la concepción de programas formativos, quizá hayamos dado con la explicación de los resultados alcanzados; quizá nos expliquemos mejor la falta de calidad directiva de que habla Juan Carlos Cubeiro. No lo sé: piénselo ustedes. Yo creo que las relaciones no deberían establecerse sobre la base de mandar y obedecer, o sobre la base del directivo ejemplar y el trabajador que lo imite, sino en conformidad con el creciente peso del saber en la economía del siglo XXI, que parece ser la economía del conocimiento y la innovación, la economía de la profesionalidad de todos.
Reflexión final
Ya sabemos que unas empresas parecen más preocupadas por el deseable bienestar social que otras, y que, de estas últimas, algunas persiguen el beneficio económico aunque sea precisamente a costa de aquel bienestar. Aquí les insistiría yo en la analogía del automóvil: creo que una empresa puede liderar el mercado de la Telecomunicación, el mercado del e-learning, u otro mercado, si lleva la mirada más lejos, a horizontes más amplios; pero si se queda en perseguir el liderato, quizá resulte más complicado alcanzarlo. Ante obsesiones de crecimiento desmedido, una empresa podría, por ejemplo, empezar a considerar válido el sobornar a quienes toman decisiones de compra, porque eso la aproximaría a la meta...
Habrá quien piense que en los negocios el fin justifica los medios, pero lo cierto es que, como leí hace tiempo en una columna de Juan F. San Andrés, directivo de Oracle, "la ética es la gran creación de la humanidad, para hacer posible la convivencia". A menudo se declaran incompatibles la ética y los negocios, y de hecho los medios de comunicación nos trasladan casi todos los días casos de alta corrupción en las grandes empresas. Cuando la corrupción reina, la organización lo detecta y, o bien "la obediencia debida" socava nuestra integridad y autoestima, o bien nuestra repulsa se vuelve contra nosotros; desde luego no queda ya sitio para el compromiso intrínseco.
Uno cree que la prosperidad de las organizaciones pasa por la efectividad tras metas de interés social, por la calidad de vida en el trabajo y, en suma, por la opción del círculo virtuoso, lejos del vicioso caracterizado por la entropía psíquica, la tensión nerviosa, el imperio del corto plazo, el camuflaje de los malos resultados, la degeneración de los buenos usos y costumbres... Hay sitio para otras creencias, pero uno cree que el bien común es más nutritivo que el particular.
Para terminar, si tienen la fortuna de pertenecer a una organización que apunta a la prosperidad y el bien común, no duden en comprometerse; y si se les presenta la oportunidad de enderezar una empresa en crisis o malograda, también parece una meta estimulante. Me pareció, en suma, que éste era un tema para la reflexión y aun para el debate, pero no he pretendido agotar la primera sino alentar el segundo. Espero haber logrado alguna dosis de asentimiento por parte del lector, pero anímense a disentir o a abrir nuevas vías de reflexión. Gracias por su atención.
[José Enebral Fernández]
A Fuente Artículo

Noticia, Una cama inteligente que automáticamente ordena las sábanas, una idea de negocios novedosa para nuestro mundo acelerado - 23/05/2012 9:27:57

" Cuando uno vive con sus padres es usual el reclamo los padres hacia los hijos para que ordenen sus cuartos y tiendan las camas ordenando las sábanas y almohadas. En realidad se trata de una de las tareas que más absurda parece (vamos en la noche la cama se vuelve a desordenar) pero una de las más necesarias si queremos mantener un mínimo de limpieza.
Cuando comenzamos a vivir solos por que ya podemos comprar o alquilar nuestro propio departamento la tortura de arreglar la cama en la mañana se mantiene siendo una de las actividades rutinarias que nos hacen perder tiempo. Aquí hay una necesidad y como siempre lo digo ante toda necesidad siempre hay la oportunidad de crear una idea de negocios para ganar dinero.
Ese es justo el objetivo de los que han inventado la "cama inteligente" que no es otra cosa que una cama que arregla las sábanas en forma automática mediante un práctico sistema que usa el velcro y un sistema mecánico muy simple.
Aprecien un video de esta cama:
Pinche aquí para ver el vídeo
Como verán uno de sus limitantes es que no arregla el edredón o frazada que podemos tener encima sino solo las sábanas aunque creo que el sistema fácilmente podría ser adaptado para esos cubre camas.
La cama se llama Ohea, Smart Bed y pueden conocer más de ella en su página web haciendo click aquí en este link
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Noticia, MeetOOu un sito para ganar dinero como experto ofreciendo consultas en video chat - 18/01/2012 7:58:25

" Todos somos expertos en algo y siempre existirá la oportunidad de vender esa experiencia a las personas que carezcan de la misma.
En un ejemplo extremo de lo anterior yo sostengo por ejemplo que una persona que usualmente no hace nada tiene en esa conducta una experiencia que puede vender a las personas que viven con mucha tensión enseñándoles como pueden divertirse o relajarse.
Vender nuestra experiencia puede ser así una muy rentable idea de negocios si sabes enfocarla adecuadamente para obtener el mejor provecho de la misma y para ello hoy en día existen una serie de herramientas en internet que pueden facilitarnos dicho proceso.
Quiero comentarles por eso sobre el sitio MeetOOu que está especialmente diseñado para vender servicios de consultoría vía video chat usando el internet.
Por ejemplo yo soy un experto en temas de nutricio o bajar de peso y puedo registrame como experto en MeetOOu y promocionar mis servicios de consultoría mediante video chat. El website me permite publicar un video de presentación, describir cual es mi experiencia, poner los costos de brindar mis servicios y un calendario con los días y horas que me encuentro disponible para prestar mis servicios de consultor en el área de mi experiencia.
Para el experto que se registra, que el sitio lo llama gOOrus todo el proceso de registro es gratis y el website MeetOOu cobra solo un 20% de lo que efectivamente se cobra. En otras palabras si el experto gana dinero el sitio también gana dinero asegurando así una transparencia en el sistema.
Las tarifas que puede cobrar el gOOru a los que usen sus servicios son fijados libremente por el experto pudiendo incluso fijar una tarifa absolutamente gratis.
El sitio está totalmente en inglés y centrado al mercado de Estados Unidos pero nada impide que uno se registre y ofrezca sus servicios en otro idioma. Las herramientas la verdad que son muy útiles y esto podría convertirse en una excelente forma de ganar un dinero extra compartiendo nuestras experiencias con terceros que las pueden necesitar.
Miren un video que he preparado sobre este sitio:
Pinche aquí para ver el vídeo
Mucha veces yo he querido implementar cosas similares en mi website pero la verdad es que es un poco difícil o escapa en todo caso a mis conocimientos técnicos así que usar un servicio como MeetOOu puede ser una excelente alternativa para conectarse con potenciales clientes.
Pueden visitar MeetOOu haciendo click aquí en este link
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Que opina? Clasificación de los clientes de una idea de negocios y la importancia del marketing para seguir ganando dinero - 09/01/2012 16:08:41

" Existen muchas formas de clasificar a los clientes pero existe una básica que resulta muy importante para comprender la importancia del marketing para cualquier idea de negocio.
La forma más básica de clasificar a los clientes de una empresa es la siguiente:
1. Clientes existentes
2. Clientes nuevos, y
3. Clientes de salida.
Lo que muchos emprendedores a veces pasan por alto es que siempre existen los clientes de salida, es decir clientes que van a dejar nuestra idea de negocios ya sea por que encuentran otras alternativas, agotamiento del servicio o sencillamente por que deciden explorar alternativas en la competencia.
El emprendedor por eso tiene que estar siempre a la caza de nuevos clientes para de esa manera poder reemplazar a los clientes que se encuentran de salida y es allí donde el marketing resulta muy importante como una política sostenida de negocios para ir renovando la cartera de clientes de la empresa.
Por lo anterior es que creo que todo emprendedor debe de dividir su tiempo dedicado a su emprendimiento en tres partes:
1. Una primera destinada a mantener y atender a sus clientes existentes.
2. Una segunda parte de su tiempo se encontrará dedicada a ir aprendiendo cosas nuevas, y
3. La tercera parte de tiempo se dedicará a conseguir nuevos clientes.
Perder de vista la importancia de estar siempre a la búsqueda de nuevos clientes puede llevar al fracaso a una idea de negocios dado que se vuelve muy dependiente de sus clientes actuales y en cualquier momento el negocio pueden ser sorprendido si es que alguno de ellos abandona la empresa.
Identificar además a los clientes que se encuentran de salida me permitirá analizar las razones por las cuales esos clientes están dejando el negocio para así implementar políticas que reduzcan su impacto en mi empresa y buscar además retenerlos si es que fuera el caso.
Por ello, jamás una empresa deberá de dejar de tener una estrategia de marketing dado que esa debe de ser siempre una tarea permanente y constante de la empresa no solo para hacer crecer su cartera de cliente sino también para poder mantenerla reemplazando a los clientes de salida.
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Que opina usted? Entrevistamos a Eddy Willems, experto en seguridad: "La forma principal de evitar el malware es educar al usuario" - 17/10/2011 23:27:58

" La semana pasada, Eddy Willems estuvo en España para las conferencias VirusBulletin en Barcelona. Eddy Willems es un experto en el campo de la seguridad informática: activo en este mundillo desde 1989, fue cofundador de la EICAR y ha trabajado con fuerzas de seguridad y empresas de seguridad como Kaspersky. Ahora mismo es miembro de la EICAR y evangelista de seguridad de G Data.
Nosotros tuvimos la oportunidad de entrevistarle unos minutos en Madrid sobre su visión de la seguridad en Internet y en los nuevos dispositivos, como los smartphones. Antes de empezar con la entrevista, me gustaría agradecer a Eddy Willems que nos hiciese un hueco en su agenda para atendernos, y a Nacho Heras, de G Data, por facilitarnos la entrevista y el lugar. Y ahora sí, vamos con la entrevista después del salto.
Genbeta: Los usuarios de redes sociales se han convertido en un objetivo muy jugoso para el malware. ¿Qué medidas pueden tomar las redes sociales para evitarlo? ¿Cree que protocolos como OAuth son efectivos en este sentido?
Eddy Willems: Depende, por supuesto. Las redes sociales están en este momento mirando qué pueden hacer contra el malware. Hay un gran problema: el tiempo de vida del malware. Los ataques en redes sociales duran muy poco: una hora, una hora y media y ya está. Las redes tienen que reaccionar muy rápido para evitarlos. Sí que es positivo que haya medidas y que ya estén trabajando en ello. Depende también de varias cosas. Una de ellas es la propia naturaleza curiosa de los humanos. Vemos un enlace y hacemos clic en él, sin mirar qué es. Ahora mismo, el porcentaje de personas que hace eso es del 20%. Con consejos y avisos podríamos reducir ese porcentaje. Otro problema es si el usuario no tiene un sistema parcheado, esto lo hace más vulnerable a ataques.
En un estudio, vimos que el porcentaje de gente que hacía clic en todos los enlaces que le enviaban sus amigos era del 20%. Y cada persona rellenaba su cuestionario, por lo que podían mentir: estoy seguro de que el porcentaje real es bastante mayor.
Genbeta: Así que la mejor forma para proteger a los usuarios del malware es educándolos, ¿no?
Eddy Willems: Sí, exactamente. La forma principal de evitar el malware es educar a los usuarios. Es un proces que se está llevando a cabo lentamente: hay que tener en cuenta que hemos tardado 25 en concienciar a casi toda la gente sobre el peligro del malware. Por supuesto esto no tardará otros 25 años, la gente ya lo sabe, pero aun así hay que enseñar más a la gente. En una encuesta que hicimos [que hizo GData], un 20% de las personas dijo que hacía clic en cualquier enlace que le enviasen. Y era una encuesta: estoy seguro que el porcentaje es mucho mayor.
Genbeta: Hablando sobre la educación de los usuarios [en temas de seguridad]: ¿cree que un usuario atento, que sólo entra en páginas seguras y de confianza, puede navegar por Internet sin un antivirus o software de seguridad?
Eddy Willems: No. Imposible. No puedes confiar en nada. Incluso aunque sólo visites sitios conocidos. ¿Cómo puedes saber que ese sitio es seguro? Puedes ir tranquilamente al sitio de la BBC para descubrir que el ha sido infectado (lo que ha ocurrido recientemente, por cierto). ¿Vivir sin antivirus? Sólo si detrás hay una persona muy técnica, que sabe cómo funciona el software… y aun así, sólo en máquinas virtuales y entornos controlados.
Microsoft Security Essentials será el antivirus integrado en Windows 8.
Genbeta: Windows 8 tendrá un antivirus integrado. ¿Cómo se ha recibido esta noticia entre las empresas de seguridad?
Eddy Willems: Depende de como lo implementen. Y hay un problema. Si hay un sólo fabricante de antivirus para Windows, el malware se centrará más en ese antivirus, y tendrán que dedicarle más recursos. Ni siquiera ellos saben cómo les irá. Puede ser un completo éxito o un fracaso absoluto porque no puedan dedicar tanto esfuerzo como sería necesario.
De todas formas, creo que la seguridad tiene que estar construida en el sistema por diseño. No es bueno que la compañía tenga que incluir un antivirus para bloquear algo que ellos hacen mal. Aseguren los sistemas por diseño en vez de incluir antivirus. Apple y sistemas UNIX, por ejemplo, lo hacen bastante mejor en este sentido.
La seguridad tiene que estar en el sistema operativo por diseño. No es bueno que tengan que incluir un antivirus para bloquear algo que ellos hacen mal.
Genbeta: Incluso en sistemas con menos problemas de virus, como Linux o Mac, ¿debería la gente instalarse un antivirus?
Eddy Willems: Sí. Por supuesto, no es tan necesario como en Windows porque no son objetivos tan apetecibles. Los creadores de malware van a por el dinero: dónde pueden robar más datos, ganar más dinero… Por ejemplo, a pesar de que Android está basado en Linux, se está empezando a ver como un objetivo interesante para el malware, y esto es gracias a la cuota de mercado que está consiguiente. En los últimos meses el malware para Android creció un 271%. Aunque sigue representando un 0,000001% de todo el malware, esto puede cambiar rápidamente en meses.
Genbeta: La tendencia es que no sólo los ordenadores, sino también móviles, videoconsolas, televisiones, etc, tienen sistemas operativos complejos. ¿Cuál es el futuro de las empresas de seguridad con esta perspectiva?
Eddy Willems: Es lo mismo. Android, por ejemplo, está llegando incluso a televisiones Samsung, por ejemplo. Necesitamos también protecciones en esos sistemas, y la gente no se da cuenta de eso. Ahora mismo, la gente se pregunta: "¿para qué necesitamos protección en mi móvil o en mi tablet? Si no hace falta". Y eso es porque no hemos visto ningún fallo grande de seguridad, que es lo que hace reaccionar a la gente. Pero sí, necesitamos protección en esos sistemas, y para las empresas de seguridad es perfectamente posible llevarlo a cabo.
La Mac App Store, la tienda de aplicaciones de Mac.
Genbeta: ¿Qué opinión tiene de las tiendas de aplicaciones (Mac App Store, Android Market…)? ¿Son efectivas para proteger a los usuarios de software malicioso?
Eddy Willems: Creo que el sistema cerrado de Apple, similar al que Windows va a adoptar ahora, es bueno. Android, con lo abierto que es, está dando bastantes problemas, igual que pasaba antes con Windows. iOS, con un mercado cerrado, está yendo en una buena dirección. No parará todo, siempre puede haber problemas.
Genbeta: ¿Cuál cree que es el mayor problema de seguridad de los usuarios de Internet? ¿Virus, robo de datos, spam… ?
Eddy Willems: Ahora mismo, el adware. Los cibercriminales quieren ganar dinero, y esta es la mejor forma. Por supuesto, sigue habiendo grandes botnets, pero el adware es el principal problema ahora mismo. También estamos viendo malware específico orientado a empresas específicas.
El mayor problema ahora mismo en Internet es el adware: los cibercriminales quieren ganar dinero y esta es la mejor forma.
Genbeta: Los navegadores web incluyen protección contra phishing integrada, pero las suites de seguridad siguen incluyendo soluciones antiphising. ¿No cree que esto es redundante y puede acabar molestando al usuario?
Eddy Willems: No siempre, porque la protección que se incluye en los navegadores no siempre es antiphishing únicamente. Además, siempre es interesante tener dos protecciones en el navegador, de forma que si una no detecta la amenaza la otra sí lo hará (de hecho, esto es lo que hacemos en el antivirus de GData). Y tampoco creo que la gente lo desactive a no ser que sepa cómo hacerlo. 99.9999% no lo desactivará porque no sabe cómo hacerlo.
Genbeta: Ha dicho que el antivirus de GData tiene dos motores de detección. ¿Cuál es la razón?
Eddy Willems: La razón es simple: es tener una segunda capa de defensa. En empresas siempre tienen dos capas de protección. Lo que nosotros queremos hacer es un antivirus con buen rendimiento y que detecte el máximo posible de amenazas. Por supuesto, esta no es la única razón: tenemos dos motores porque uno usa la base de firmas y otro la detección heurística. Cuanto más puedas combinar sin afectar al rendimiento, más protegido estarás.
Y hasta aquí la entrevista, esperamos que os haya resultado interesante. Sólo nos queda agradecer de nuevo a Eddy Willems su atención, y a Nacho Heras habernos facilitado el encuentro.
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